martes, 11 de agosto de 2015

Avance del nuevo trabajo de Jean Michel Jarre





Ya tuvimos por aquí el comentario del legendario OXYGENE, primera obra del mítico músico francés Jean Michel Jarre, un producto revolucionario y altamente innovador en su época (1976). Desde entonces, tras muchos discos, un puñado de clásicos, experimentos, personalísimos proyectos y alguna que otra pifia (especialmente, desde el 2000 hacia acá), Jarre vuelve a lo grande, tras 8 años de silencio desde aquel polémico TEO & TEA, que no gustó a casi nadie, en 2007. Su título, por cierto, es E-PROJECT
































Jarre vuelve con renovados aires y bríos, con un disco que quizás no contentará a los acérrimos defensores de sus clásicos setenteros y ochenteros, porque esto no es lo mismo, ni la música ni el público, ni siquiera él, pero es lo que hay. Los tiempos cambian, hay que adaptarse, y en esta obra, que verá la luz el próximo 16 de Octubre, Jean Michel vuelve con temas cortos en los que colaboran diversos músicos clásicos y modernos de la mal llamada música electrónica (aunque habrá que llamarla de alguna manera). La lista de colaboradores es larga y a ratos sorprendente: desde JOHN CARPENTER (sí, el director de cine) hasta TANGERINE DREAM (o lo que queda de ellos), pasando por DJ´s de ahora como ARMIN VAN BUUREN, M83 o 3D , de MASSIVE ATTACK. Hasta el techno VINCE CLARKE tiene su sitio en esta obra que pretende ser un repaso a la música electrónica desde sus comienzos (años 60-70), hasta la actualidad. Lógicamente, echaremos en falta a mucha gente, pero lo que está claro es que no va a llover nunca a gusto de todos.



En cualquier caso, el disco promete, y de momento, nos conformaremos con los muchos temas que ya se pueden escuchar por distintos medios, incluso jugosas entrevistas sobre la historia de cada track con los artistas invitados, y veremos los videos de algunos temas. Por ejemplo, el que ponemos aquí arriba, que es el clip oficial de GLORY, que puede considerarse oficiosamente como primer single del disco. Además, aquí va el adelanto de uno de los temas, a mi juicio, más jugosos, el de STARDUST, con ARMIN VAN BUUREN. Ambos desgranan, en inglés, cómo fue trabajar juntos y cómo surgió esta colaboración.



Para terminar, deciros que ya hay un disco de adelanto, con algunas remezclas de los temas que ya se han dado a conocer, aunque no está el de STARDUST. Lo cual me hace pensar que se van a poner las botas el amigo Jean Michel y todos los demás, con los mixes, remixes, versiones, reversiones y demás zarandajas para pistas de baile que van a sacar para exprimir al máximo esta rentrée del mago de la música electrónica. Bienvenido, señor Jarre, de nuevo, y esperemos que le vaya bien. Tiempo habrá para comentar más en profundidad el disco cuando salga a la venta. De momento, recreémonos con lo que nos va llegando, que es, cuando menos, muy interesante.

El disco de adelanto, con algunas remezclas de los primeros temas en darse a conocer.

viernes, 1 de mayo de 2015

VANGELIS-Spiral


Carátula Frontal de Vangelis - Spiral






En esta ocasión, nos detenemos en una obra muy especial dentro de la música electrónica de los 70: SPIRAL, del popular músico griego Vangelis, o mejor dicho, Evangelos Oddyssey Papathanassiou. He elegido este disco porque fue el primero que oí del griego de oro, allá por los primeros años 80, cortesía de la generosidad y ansias de conocimiento musical de mi hermano mayor, que todos los sábados por la mañana, y en la imprescindible "Discos Salomón", contribuyó de manera decisiva a mi educación musical desde mi más tierna infancia. Y es curiosa esta elección, puesto que fue un album que tardó bastante tiempo en entrarme por el oído, ya que por aquel entonces yo prefería los alardes electrónicos de Jean Michel Jarre, o cualquier cancioncilla techno pop que se llevaba por aquella época. Eso sí, su portada era lo que más me fascinaba, y hacía verdaderos esfuerzos por escuchar el disco completo cuando me lo proponía, aunque tardó bastante tiempo en llenarme totalmente. Años más tarde, entendí por qué. Esto era..., otra cosa...


Carátula Trasera de Vangelis - Spiral
Contraportada de la edición en CD
Pero vayamos por partes y empecemos desde el principio. Vangelis, para aquel que no le conozca, es un músico que tiene en la actualidad 72 años, y que ya creo que ha hecho su campaña, como se suele decir. Su última obra original publicada fue la versión teatral de "Carros de fuego", que estrenó con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012. Su historia musical comenzó cuando, en el seno de su acomodada familia, comenzó a tocar el piano a los 4 años, y a los 6, ya daba conciertos de sus propias composiciones en festivales infantiles de Atenas. Tal precocidad le llevó a ser un hombre pegado a un piano permanentemente, o al menos a un teclado. Enemigo de la formación musical convencional e investigador incansable del sonido musical, que para él existe desde la propia naturaleza principalmente, y sin saber una palabra de solfeo ni de composición musical, ha sido capaz de crear escuela, y en su carrera profesional, que ya abarca más de 50 años, se ha convertido en un referente de la música contemporánea en casi todas sus facetas, desde la más experimental e innovadora, a la más comercial, pasando incluso por sus vertientes jazzísticas e incluso clásicas. En mi opinión, si algo caracteriza al genio griego es su perfecta fusión de modernidad y tradición, siendo respetado incluso en los más selectos círculos de la música clásica contemporánea, estilo en el cual yo le incluiría de todas todas, puesto que es clásico en su fondo, que no en sus formas, obviamente.


Vangelis, en la época que grabó el disco, finales de los 70

Pasando a comentar el disco en sí, y advirtiendo a los aficionados jóvenes de que esto no es lo que se escucha ahora (aunque dentro de su primitivismo en la forma, fue un album de lo más pionero), y de que, como en todas las obras que aquí comentamos, hay que escucharlo con la mente libre de prejuicios y con las orejas bien abiertas, hay que comenzar diciendo que esta obra fue una de las primeras que usó un secuenciador digital como base rítmica y de bajos en la historia de la música. Los secuenciadores son esos aparatos que consiguen crear una serie de notas a gran velocidad, que son repetidas en forma de bucle, y que lógicamente por su rapidez en la sucesión de notas, son imposibles de tocar manualmente por un ser humano. Así que se meten en un secuenciador que hace justamente eso, reproducir en una secuencia repetitiva, a la velocidad que el músico prefiera, esa serie de notas, que va a servir de base a un determinado tema musical. Pues bien, en este disco, casi cada tema tiene una secuencia rapidísima de notas, que suenan además de formas distintas en ciertos cambios de compás. Además de esto, es importante destacar que este fue el primer album en el que Vangelis utilizó su mítico Yamaha CS-80, con el que consiguió un sonido muy característico en su carrera.


Single rarísimo del tema TO THE UNKNOWN MAN, que tenía en su cara B un tema que no aparece en SPIRAL, TO THE UNKNOWN MAN 2, hoy dificilísimo de encontrar, pero igualmente delicioso.
También es justo resaltar aquí el método de composición y grabación simultáneos que Vangelis pone en práctica desde el principio de su carrera discográfica. Un sistema que el denominó "Direct", que viene a ser algo así como "compongo-en-el-momento-mientras-toco-y-lo-voy-grabando-al-mismo-tiempo". Esta forma de composición viene dada lógicamente por su desconocimiento a la hora de escribir o leer solfeo, pero pienso que lo que podría ser una dificultad o un gran handicap para cualquier otro músico, se convierte para él en una gran ventaja. Su música gana en espontaneidad, en frescura y en "directness", o como se diga en español... Es una forma de composición en la que, como él mismo explica, la música fluye a través de él como si el intérprete fuera una especie de canal o "medium" a través del cual se pone de manifiesto su expresión... Para Vangelis, el artista y su obra son un todo indiferenciable que no puede dividirse: el artista es su obra, y la obra es el medio de expresión principal del artista. Por eso, es un hombre poco dado a las apariciones públicas o a multitudinarios conciertos en directo. Él prefiere ser conocido por su obra y por su filosofía de vida, muy relacionada con diversas artes plásticas: es también escultor y pintor. Todo un personaje este griego.


Single de 4 temas, dos de ellos de SPIRAL, bastante difícil de encontrar también
Yendo a los 5 temas del disco, bastante largos y elaborados, el primero, que da título al album, SPIRAL, empieza con unas secuencias ominosas y amenazantes, y se va desarrollando en un tono oscuro y grandilocuente. Es un gran tema, no apto para todos los paladares, con una parte final grandiosa, donde el secuenciador funciona a tope, creando unos sonidos sintéticos muy años 70 y 80, que harán las delicias de los amantes de la electrónica musical. Después llega BALLAD, para mí el tema más flojo del disco, de esos que te lo saltas cuando lo escuchas...jejejeje. Es, como su propio título indica, una balada, donde el propio Vangelis, con una voz tratada electrónicamente, va tejiendo una melodía sin letra, que no se desarrolla adecuadamente para mi gusto. Creo que es uno de los temas más prescindibles de la discografía del griego, al que es difícil encontrar atractivos más allá de su tranquila cadencia. DERVISH D. comienza con otra secuencia molona, a la que se incorpora una melodía circular y repetitiva, que evoca justamente el concepto del disco. No en vano, este tema tiene como subtítulo "inspirado en los bailarines Dervishes que, con su movimiento rotatorio, representan la espiralidad del universo". Es un tema corto, para la longitud que tienen los demás, y bastante deudor en su sonido final de la música psicodélica de los 70. Interesante, en todo caso. A partir de aquí, lo mejor del album. TO THE UNKNOWN MAN es de lo mejor de la carrera de Vangelis. Un tema superlativo, dividido en 3 partes muy diferenciadas, que empieza con una bellísima melodía, que se va desarrollando lentamente sobre un fondo de redoble de tambores en la segunda parte, y finalmente cambia el ritmo y la melodía en la útima parte, todo unificado por el sonido del CS-80, que marca su personal impronta. Es un tema estupendo, largo pero muy evocador, y que incluso llegó a sonar en algún anuncio de bicicletas estáticas de la tele allá por finales de los 70 (¡qué mayor es uno ya!). El disco termina con 3+3, un tema que recuerda lejanamente a un vals cósmico, que empieza y termina con unas brutales secuencias, que no descansan durante todo el tema, y que cambian hasta 3 veces a lo largo de él. De ahí su título: 3 partes más 3 compases ternarios bien diferenciados. Es uno de mis temas preferidos del disco, especialmente su parte final, con esas secuencias rapidísimas que van cambiando de volumen y tono. La melodía protagonista, que se superpone a los fondos secuenciados, tiene mucha fuerza y recuerda en su parte final a una música de western futurista absolutamente encantadora.



Bonito montaje de video con TO THE UNKNOWN MAN



Video cósmico para el vals cósmico de Vangelis: 3 + 3


En resumidas cuentas, este álbum exhibe un notable desarrollo de su estilo proto-new age basado en la creación de verdaderas telarañas sonoras hechas con sintetizadores secuenciados, estilo ya vislumbrado en sus dos álbumes previos (Heaven and Hell (1975) y Albedo 0.39 (1976); y representa uno de sus ábumes más representativos de su gran estilo personal y daba cuenta  del estado del arte de la electrónica de los años 70 en su máxima expresión. Volveremos al griego de oro, al mago de los teclados, en múltiples ocasiones más, estoy seguro, pero como muestra de su estilo y sonido inconfundibles, este SPIRAL es de lo mejor que se puede escuchar de él. Tiempo habrá para comentar discos mejores o de otros estilos de Vangelis

sábado, 14 de febrero de 2015

MIKE OLDFIELD - Tubular bells




Detengámonos ahora en otro album imprescindible en la historia de la música popular contemporánea: TUBULAR BELLS, de Mike Oldfield. Seguro que hasta el más profano conoce algo de este album, no solo por formar parte de la banda sonora de la película EL EXORCISTA, sino también por el hecho de pertenecer a esa otra banda sonora vital de muchas personas que ahora rondan o sobrepasan con creces la cuarentena.

El de Reading (Inglaterra), nacido en 1953, fue un joven con ciertas dificultades de relación y comunicación, con problemas familiares, y su principal medio de expresión, desde el principio, fue la música, y más concretamente la guitarra, que llegaría a dominar perfectamente, con un estilo muy personal. El sonido de la guitarra de Mike Oldfield es muy característico, su estilo es inconfundible, aunque es verdad que después ha sido ampliamente imitado. Mike, por esta época, en plena adolescencia, conoció a alguien fundamental en su incursión profesional en el mundo de la música: KEVIN AYERS, otro músico inglés con problemas familiares, que se refugió en la música desde muy temprana edad. Juntos tocaron en varias bandas, siendo la más recordada la de KEVIN AYERS & THE WHOLE WORLD, con la que Mike colaboraría durante varios años. Fue en este tiempo (finales de los 60) cuando se empezó a gestar el germen de lo que luego sería esta magna obra que tratamos ahora aquí.


Parte del concierto de presentación de 1973


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Mike Oldfield, en la época de la primera mitad de los 70, cuando empezaba a disfrutar de su éxito

TUBULAR BELLS nace a raíz de las inquietudes musicales de un Mike que ya había decidido abandonar el grupo de KEVIN AYERS. La 5º sinfonía de Sibelius le influyó sobremanera en el ordenamiento de sus ideas, que bullían en su cabeza desde hacía tiempo. La escucha de esta obra clásica le marcó para siempre, ya que eso era justo lo que él pretendía hacer: una obra de estructura clásica, pero en la que pudiera dar rienda suelta a sus ideas y a su virtuosismo con diversos instrumentos, especialmente los de cuerda. La gran prueba de que el TUBULAR BELLS rondaba por su cabeza ya en aquella época es una sesión de grabación que tuvo lugar en la BBC Radio One con el grupo de KEVIN AYERS. Ahí, en un riff improvisado de guitarra, Mike dio rienda suelta a unos acordes muy familiares para los que conocen esta primera obra musical en solitario del señor Oldfield: se estaba gestando uno de los mayores éxitos mundiales de la música instrumental contemporánea. Solo había que darle forma, ensamblarlo todo y ordenar todo lo que inquietaba musicalmente al genio británico.

Con un equipo de grabación rudimentario, en su propio dormitorio, Mike empezó a grabar sus primeras maquetas pre - Tubular. También ahí empezó a dominar diferentes instrumentos, no solo de cuerda, sino teclados, percusiones, gaitas, flauta, arpa, etc. con los que se encontraba en las diferentes sesiones de grabación con su grupo. Se empezaba a forjar el multiinstrumentista que todos conocemos en la actualidad.

Mike siguió moviendo su primera maqueta en busca de alguna discográfica que le publicara su primer trabajo, a sabiendas de que era una propuesta muy arriesgada y nada comercial, ya que todo era música instrumental, en una época en la que dominaba el rock, el pop o las grandes bandas de rock progresivo, donde solían primar las canciones con letras que dijeran algo a los fans, pero aquello...., no era vendible. Le dieron con la puerta en las narices varias compañías, así que la grabación durmió el sueño de los justos durante casi un año, hasta que se produjo el acontecimiento que cambió para siempre la vida de Mike y también, por qué no decirlo, la de todos nosotros: Mike conoció, un poco por casualidad, a Richard Branson, dueño de las tiendas de discos Virgin, que le ayudó en todo lo que pudo, ya que le entusiasmó aquel trabajo. Después de contactar con muchas compañías, alguna de las cuales les ofrecieron incluso grabar el disco con voces (algo automáticamente descartado por ambos), Branson decidió hacer algo que ya tenía pensado desde tiempo atrás, pero que llevó a cabo dada la gran calidad que ya previó en lo que tenían entre manos: fundó la compañía VIRGIN RECORDS, y TUBULAR BELLS sería el proyecto 1 del catálogo de la flamante nueva compañía. Compañía que, dicho sea de paso, convirtió en multimillonario a Branson y, con el tiempo, también a Oldfield, aunque su visión era, lógicamente, menos empresarial que la de Branson y sí mucho más artística.

Construyeron THE MANOR, el estudio de grabación, en un tiempo record, y con la ayuda de DAVID BEDFORD, otro experto músico amigo de Oldfield, y de TOM NEWMAN, ingeniero de sonido en tantos discos de Mike, lograron poner en marcha lo que hace mucho tiempo era solo un sueño: la grabación de TUBULAR BELLS. Se grabó entre el otoño de 1972 y la primavera de 1973, puliendo defectos, desarrollando las primeras ideas solo esbozadas por Mike y experimentando con una obra que realmente no se adscribía a nada de lo que se había escuchado con anterioridad, pues era algo totalmente nuevo: ni rock, ni pop, ni folk, ni música instrumental..., era como una amalgama de todo ello, con elementos tomados de muchos estilos, pero que en su conjunto sonaba a algo nuevo, algo realmente innovador en el mundo de la música popular. El resto es historia.

 

  
Aspecto típico de los jóvenes de los primeros años 70 (20 años recién cumplidos) y talento de experimentado músico

El disco fue lanzado al mercado el 25 de Mayo de 1973, y en mi caso particular, lo descubrí bastante tarde, a pesar de conocerlo desde mucho tiempo antes. Es una mezcla impresionante de solos de guitarra, acompañamientos de órgano, bajos, coros, mandolinas...., y campanas tubulares, que daban título a la obra y ponían  la guinda a un sonido nunca antes oído. Lleno de melodías que oscilaban entre lo delicioso, lo pastoral y hasta lo sombrío, quedan muchas cosas en el recuerdo, especialmente su parte inicial, usado como acompañamiento de la famosa película de terror de la que hablábamos antes; la parte del "hombre de las cavernas", el Piltdown Man, que el propio Mike se encarga de dar voz; la introducción de instrumentos en la parte final de la cara A del vinilo a cargo del maestro de ceremonias Viv Stanshall, que culmina con las impresionantes campanas tubulares, y hasta el final, "The sailor´s hornpipe", una melodía popular, festiva y tradicional que ponía el broche final a una obra complicadísima, atemporal, que sigue manteniendo una frescura y una atmósfera irreal, a sus 42 años de vida, que se escapa a toda explicación racional, y que solo puede justificarse por ser la obra de una auténtica cabeza musical, de un talento con un potencial increíble, y además en el caso de esta obra, con un descaro y un atrevimiento propios de alguien que se embarca en una aventura musical de esta índole a unos tiernos 17 añitos (edad a la que empezó a componerla)


Uno de los primeros conciertos del Tubular bells en directo de la época

El concierto de presentación, en Junio de 1973, en el Queen Elizabeth Hall, fue todo un éxito. La gente aplaudió a rabiar, las críticas fueron espléndidas, y el disco llegó al número 1 de las listas británicas en Julio de ese mismo año. Había nacido la leyenda, y no tardarían en llegar los singles, los conciertos (no muchos, siendo el de la BBC que rescatamos más arriba uno de los mejores), y posteriormente, con el paso de los años, las distintas remezclas, reversiones, regrabaciones (siendo las más populares las de 2003 y 2009), e incluso las secuelas, ya que en 1992 se lanzaría un espléndido TUBULAR BELLS II, y en 1997, un TUBULAR BELLS III, más flojito y oportunista.
Varios meses en el número 1, 123 semanas en las listas inglesas, 200.000 copias vendidas solo en Europa, número 1 en Estados Unidos, las ventas de campanas tubulares se dispararon en todo el mundo... Todo este maremagnum de fama, popularidad, números astronómicos y promoción multitudinaria no menguaron en absoluto el carácter casi de ermitaño de Mike, que se alejó voluntariamente de todo aquello, y siguió colaborando con amigos artistas de siempre, entre ellos, de nuevo KEVIN AYERS. Todo ello, mientras trabajaba en las ideas de su nuevo disco, que llegaría en 1974, y que llevaría por título HERGEST RIDGE. Pero esa es, de nuevo, otra (estupenda y maravillosa) historia, que ya os contaremos algún otro día... 

Mientras, os animo a que, si no lo conocéis, y solo tenéis ciertas referencias de oídas, lo escuchéis con atención, y no una ni dos, sino las veces que podáis, porque es de esas obras maestras, que con las subsiguientes escuchas, solo hace que mejorar y mejorar y mejorar..., como los buenos vinos, claro. Solera musical de muchos kilates que os recomiendo degustar como todo lo bueno de esta vida, con temple, calma, paciencia y buena compañía, a ser posible. ¡Ah!, y con las orejas y la mente bien abiertas, sin prejuicios ni temores preconcebidos.


Concierto recogido en el album EXPOSED, de 1979.